"A king has his reign
and then he dies... It's inevitable."
El Caso
México 2012. Tiempo turbulento de elección y osos polares. Era una tormenta que se veía venir. Mi abuela decía: piensa mal y acertarás. Quienes en 2006 gritaban fraude y eran vistos con ojos de "y esos locos" ahora son parte de una población mayor que piensa lo mismo, pero seis años después gracias a Internet.
Ahora, esto:
"The Perfect Dictatorship has return to Mexico" The Guardian [Reino Unido]
"Peña Nieto's victory in Mexico is a vote for the old regime" The Washington Post [E.U.]
"Élection présidentielle au Mexique: Retour à la Dictature Parfaite" Le Monde [Francia]
Y no es de sorprenderse, el escritor peruano-español Vargas Llosa prácticamente nos etiquetó con ese término en los 90's y lo resume en este corto video:
¿Qué pasó?
Estados Unidos Mexicanos, 1 de julio de 2012, 23:35 hrs, el sofá de mi sala, palomitas: en Televisa se anuncia que Enrique Peña Nieto lleva una "definitiva" y "muy clara" ventaja sobre sus demás rivales. Resaltan en los labios del presentador de dicha televisora, Joaquín López-Dóriga Velandia, las palabras "victoria", "indiscutible". Transmiten con retardo algunos fragmentos del discurso de derrota de Josefina Eugenia Vázquez Mota y fragmentos del discurso de no-rendición de Andrés Manuel López Obrador.
Luego, cual novia sorprendida en su balcón por una serenata o un coche-bomba, el presentador urge con premura que todos se enlacen inmediatamente a la transmisión LIVE del discurso total, largo, un poco mal leído y victorioso de EPN. El presidente actual Felipe de Jesús Calderón Hinojosa lo felicita en cadena nacional, el embajador estadounidense lo felicita, algunos empresarios lo han llamado, etc.
¿Qué no cuadraba?
El victorioso candidato tenía, según el PREP, apenas "3 a 6 %" de ventaja sobre el segundo lugar y con la ridícula cantidad de "1%" de las actas contabilizadas. El resultado, dijeron ellos, se basó en un conteo rápido de una muestra aleatoria de X número de casillas. Votaron 49 millones 087 mil 446 personas. Saquen las cuentas.
¿Ahora qué?
Mientras algunos de nuestros amigos, parientes, conocidos, amantes, o jefes se apuntan para una revolución armada inmediata, una revolución pacífica, un recuento, una doble vuelta electoral, más pingüinos en la cafetería entre otras demandas, algo resalta y mucho: justo ahora EPN es el personaje más odiado y vilipendiado de la República. Chuck Norris sabe que él se lo ganó, el Monstruo de Espagueti Volador sabe que su partido se lo buscó. Mientras Felipe Calderón fue odiado después de su patético intento de legitimizarse mediante una famosa no-guerra, nuestro nuevo y flamante no-presidente no sólo tendrá que limpiar su imagen ante el país, sino que será vigilado, acosado y juzgado por todo lo que haga, constantemente, por las 30 millones 360 mil 048 personas que no votaron por él (si es que el número es real) y quizá también, si les interesa, por las 28 millones 651 mil 048 personas que no fueron a votar. Agréguense los nuevos votantes que se acumulen en los siguientes 6 años y que ya detestan al candidato y su partido.
¿Qué hacemos?
Hay de tres: una es hacernos los sordos, seguir como si nada, valemadrismo al puro estilo mexicano, decir "pues al menos" la gaviota es la primer dama más guapa. Al menos no obtuvo mayoría en el congreso, tendrá que negociar. Otra es reclamar que el IFE, aquella que con excepción de Fox (y eso quién sabe), nunca nos dio una presidencia "limpia" y "transparente" desconozca a EPN como presidente, lo cual está CAÑÓN que suceda. Y finalmente otra es permitir que el nuevo Mirrey sueñe con ser Rey y exigirle lo más a él y a su partido, a las famosas Instituciones que de una forma u otra lo apoyaron, continuar impulsando las cosas que quizá él no impulsará, trabajar como siempre, ser honrados y aguantar 6 años a que, el resentimiento y los errores acumulados, saquen de nuevo y para bien al partido que moldeó México a su imagen y semejanza.
Pero...
Sí, lo sabemos. México no es ese país de los comerciales de Corona (que ahora pertenece a una compañía Belga) de chinas poblanas y charros felices de piel muy clara; sí tiene hermosos paisajes, pero nunca salen tomas panorámicas de las colonias "de cartón" y aluminio. No salen los pordioseros en las banquetas. No sale nuestro tío o el primo dando una mordida. Sí, somos la economía número 11, de 198 países. Tenemos recursos mal aprovechados por montón. Dependemos del petróleo y las remesas. Tenemos 52 millones de pobres y somos 113 millones y contando. Seguimos amarrados con nuestro principal compañero comercial Estados Unidos al que le compramos casi todo el maíz y gasolina que consumimos. Hay mucho analfabetismo, desesperación y violencia. Pero puede ser mejor, ya lo es. El hecho de que tantas personas no estén conformes con el nuevo Mirreynato es un síntoma de nuestro crecimiento como ciudadanos, ese 22% de la población con acceso a internet crecerá, ese 86% con televisión abierta se hastiará como muchos ya lo han hecho. A paso lento pero seguro, algún día dirás con 100% de seguridad que eres orgullosamente mexican@, y no sólo como un cliché que repite Lucerito en la tele, o que repites para que no te digan antipatriota, o que te asalta cada 16 de septiembre.
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