22 abril 2012

Dos palabras

Alguna vez oí o leí por algún lado que hay una cultura —¿japoneses, creo? Recuerdo vagamente que era asiática,—donde las palabras "te amo" sólo se decían una vez: en la ceremonia de bodas. Era un término legal. Supongo que entonces el divorcio sería decir "ya no te amo," ¿no? Bueno, aunque eso ya son divagaciones mías.

En un principio nos puede parecer raro. Si la gente se ama debería decirlo constantemente, ¿verdad? Pero también el uso que le damos a esas dos palabras es curioso.

Por un lado, tratamos la frase con miedo. Hay pocos primeros "te amo"s que se suelten a la ligera. No, los que le dijiste a tu novio/novia de la primaria no cuentan. La razón es sencilla, cuando decimos "te amo" solemos esperar un "yo también," lo cuál suele ser una situación bastante incómoda.

Si la situación es bastante grave puede terminar siendo una especie de juego perverso donde el primero en decirlo pierde. Pero, decirlo por primera vez puede romper ciertas barreras, nuestros miedos al compromiso o al rechazo. Como en la ceremonia de la que hablaba antes, el primer te amo es honesto, limpio, entregado. Y bueno fuera que así fueran todos los que siguen.

Pero, luego pasa el tiempo. A veces, de tanto decir una palabra, olvidamos lo que significaba en primer lugar. De un "te amo" honesto, pasamos a veinte "te amo"s por hora. Te amo, te amo, te amo. Te amo por las mañanas y te amo por las noches. Te amo en el desayuno y te amo mientras voy al baño. Te amo como parte de mi día hasta olvidar lo que es amar. Te amo cuando te enojas conmigo, para recordarte que no deberías enojarte conmigo. Te amo hasta que la palabra suene hueca y olvidemos porque nos amamos. A veces las palabras se salen de control. A veces nos engaña el lenguaje, y entonces, no parece tan rara la idea de decir algo pocas veces. Si, pocas, pero honestas.

O tal vez le estamos mucha importancia a las palabras. Al final, sabemos lo que el otro siente al ver ese brillo en los ojos y aquella sonrisa que seguramente causa el mismo brillo y la misma sonrisa.

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